Transitando en la ciudad


Hace pocos días transitábamos por un afamado centro comercial del norte de Bogotá en el que no es raro encontrarse con vitrinas exhibiendo costosas prendas de pieles de zorros o visones. Al chocarnos con una de estas vitrinas nos horrorizamos e incluso pensamos en entrar para sentar nuestra voz de oposición contra este hecho, mas en seguida recordamos las apreciaciones que hace unos meses se consignaban en una  declaración de activistas veganas y feministas, en la cual se destacaba el error de hacer énfasis en la utilización de las pieles de solo algunos animales, olvidando que es mucho más usual y aceptado socialmente que las pieles de otros animales se empleen en toda clase de prendas y accesorios de vestir. Dado esto, si hubiéramos ingresado a discutir con el personal de la tienda en donde se exhibía la piel de zorro, también nos veríamos en la obligación de hacer el mismo ejercicio con las tiendas de zapatos o los lugares que vendían prendas de lana, cosa que hubiera sido bastante trabajosa e infructuosa.


Decidimos entonces  conversar unos minutos sobre el tema y hallar la razón por la cual estábamos obviando esta situación siendo que llevamos por lo menos ocho años practicando el veganismo, y por tanto, deberíamos ser mucho más perspicaces al respecto. Una de las posibles causas que encontramos radica en que, la noción del animal muerto se hacía mucho más evidente en el abrigo de zorro, pues nos era posible ver claramente los pelos del animal asesinado en el abrigo, cosa que no pasaba con los zapatos -ya perfectamente manufacturados-, y por tanto era mucho menos evidente los vestigios de la vida del animal en las prendas de cuero.

Asimismo, cuando se menciona la palabra "cuero" podemos ver otra distinción, esta vez referente a la forma de designar a la "materia prima" que se utiliza* . Por ejemplo, la industria peletera no tiene problema en llamar por su nombre a las pieles de animales tales como visones, chinchillas o serpientes, mas cuando se refiere a la piel de una vaca, la misma se distingue como "cuero" por lo que será más complejo recordar la relación entre la "cosa" -el cuero o mejor, la piel de vaca- y el individuo -en este caso la vaca-

Ya después de pensar en lo anterior, creimos probable también que para muchos es más fácil sentir afinidad por animales que estamos habituados a concebirlos únicamente en libertad disfrutando de sus vidas,  y por lo mismo parezca perverso que Cruella de Vil utilice cientos de chinchillas en sus trajes mientras que no tenemos la misma reacción ante los cuidadores de los dálmatas quienes usan zapatos, cinturones y carteras de piel de vaca.... finalmente a las vacas las "creamos" para satisfacer nuestros fines**.

En fin, aquel paseo por frente a las vitrinas repletas de partes de animales, nos recordó cuan inmersos estamos aún en una cultura que justifica la utilización de unos para beneficio de otros; volvimos a pensar en la necesidad de continuar aprendiendo para tener una perspectiva más amplia del mundo, y definitivamente nos recordó la importancia de ser veganos, cosa que además nos sacó una sonrisa.
Ahora mismo no podemos dejar de pensar que en este instante, hay miles de personas mimando a sus perros o escuchando el melódico ronroneo de su gato, también habrá quienes acarician las orejas de un conejo o salvan vidas de simios no humanos, y otros que disfrutan de explorar silenciosamente lugares en los que apreciarán con estupor las vidas de lagartos y arañas. Lamentablemente esas mismas personas dan importancia a las vidas de solo unas especies, respetando caprichosamente a quienes les simpatizan mientras utilizan al resto.

Solo cuando empecemos a sentir empatía hacia TODOS los animales se gestarán los verdaderos cambios. Por fortuna cada cual puede empezar a generar este cambio y por ello te decimos una vez más Hazte Vegano/a!

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*Podemos entonces revizar el concepto que construye Carol Adams al que designa como la estructura del "referente ausente"en el que se le hace olvidar a las personas de la existencia de un ser sintiente, lo que le llevará a desconectar al individuo de la "cosa" que consume a través de una serie de metáforas o designaciones, como por ejemplo la distinción en inglés de flesh/meat, o en el caso del español la distinción entre cuero/piel.

** No creemos que sea coincidencia el recurrente tema en los cuentos infantiles en donde malvados cazadores privan de su libertad a animales del bosque, mientras que son escasos los referentes en donde, los animales que la humanidad utiliza para comida, desean estar en libertad.

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